La temporada 61/62 quedará marcada para siempre en letras de oro en la historia del C. D. Eldense. Se consiguió el segundo título de campeón en Tercera División. Largo y áspero fue el camino hacia la cúspide. En primer lugar, cayeron en suerte los también azulgranas de la S. D. Eibar. Y no se pudo empezar peor en el fortín del vetusto Ipurúa. ya que los hombres que entonces dirigía D. Vicente Dauder, cayeron batidos por un contundente 3-0. De ese resultado, los armeros vascos se las prometían muy felices, confiados en la solidez de su zaga. Pero aún quedaba la vuelta, y los guipuzcoanos no conocían la dificultad que suponía jugar en El Parque, especialmente para un equipo del norte. El Eibar se llevó un elocuente 7-0 de Elda.
Era el primer obstáculo y ya estaba superado, pero aún quedaba otro. El siguiente y definitivo rival fue la Gimnástica de Torrelavega, un equipo bronco y correoso, que presentó muchísimas más dificultades que los guipuzcoanos del Eibar. Y esta suma dificultad se comprobó bien pronto en el primer envite. El cuadro dirigido por Dauder se impuso a los rocosos cántabros por un exiguo 2-1. Las espadas quedaron en todo lo alto.
En el infierno del Malecón, once gladiadores vestidos de azul y grana hicieron enmudecer el festivo ambiente montañés. Estos fueron los jabatos del sur, cuya alineación quedo inmortalizada en los anales futbolísticos: Mateo, Albert, Chiqui, Valero, Cordones, Miguel, Beso, Soroa, Lizani, Grande y Aguado. Al final, empate a goles, desolación local y apoteosis visitante. Por segunda vez en su historia, el Eldense tocaba el cénit. Todo fue una fiesta, y tal fue así, que la tarde del martes 22 de mayo de 1962, la expedición eldense fue recibida por un hormiguero de aficionados que coreaban el grito de guerra de “DEPORTIVO”, y que dirigidos por el popular “Tope”, abarrotaron la plaza del Ayuntamiento.
Debemos homenajear esta inolvidable hazaña deportiva, se cita el cuadro de honor, la junta directiva presidida por D. Luis Cremades Viñedo, era tan formidable como la que hubo en el primer ascenso, y estaba compuesta por estos nombres: Francisco Ponce, Diego Bonai, Francisco Muñoz, Juan Huesca, José Ortiz, Joaquín Maestre, Roberto Gil, Juan Jover, Francisco Serrano, Víctor Verdú, José Peñataro, Efigenio López, Francisco Payá, Juan Cózar, Pablo Maestre, Pedro Rico, Armando García, José Ferreira, Jorge Bernabé, José Crespo, José Segura, Ricardo Pérez, Ramón Jiménez, Luis Pedreño, Joaquín Romero, José María Gran, los presidentes honoríficos Francisco Amat, el señor Maestre y D. Luis Cremades como presidente.
En cuanto al equipo, el preparador Vicente Dauder contaba con esta fabulosa plantilla: Fiestero, Aguado, Mateo, Bevia, Zunica, Pereile, Miguel Albert, Valero, Chiqui, Rodolfo, Cordones, Grande, Beso, Rodríguez, Méndez, Sorda, Darwin, Lizani, Asterio, Aguado, Martín, Uriarte y Crespo, con los utilleros Agustín y Joaquín. Bajo la dirección técnica de Vicente Dauder, el C. D. Eldense volvió a protagonizar otra sonada gesta. Tras eliminar de la Copa del Generalísimo a los norteños de Idauchu, el sorteo emparejó a los eldenses nada más y nada menos que al todopoderoso Valencia C. F. la eliminatoria quedó vista para sentencia en tierras del Turia, donde los azulgranas fueron barridos por un expresivo y clamoroso 8-1. Pese a lo apabullante del marcador, el C. D. Eldense, en uno de los mejores partidos de su historia, venció al cuadro “che” en El Parque por 1-0.